martes, 3 de septiembre de 2013

Inskolningen 3

Y 4 y 5


Así lo dejé el tercer día. Llegamos a las 9 en punto y las maestras nos dijeron que veían que se lo estaba tomando todo muy bien y que intentáramos dejarlo con ellas para ver como reaccionaba. Yo estaba renuente pero tengo que aceptar que Erik no se veía nadita preocupado por quedarse, de hecho lo primero que hizo al llegar al jardín fué soltarme, tomar de la mano a una maestra y ponerse a cortar el pastel de plástico para convidar. Así que acepté dejarlo.
Tuve que decirle varias veces adiós por que la verdad es que ni caso me hacía, si he de ser sincera me esperaba un poco de "dolor" de su parte, un abrazo fuerte y que no quisiera soltarme, un "mamá, mamá!" llamándome al ver que me iba...NA-DA. Egoísmo de madre, lo sé, por que es mil veces mejor que actúe así, significa que se sentía bien.

Así que me fui con mi esposito a la casa. Regresamos por él pasada la una de la tarde y el estaba como la fresca mañana, sólo un poco cansado por que no había querido dormir la siesta.

Ayer lunes R se fué a trabajar normalmente y yo después de dejar a E en el jardín me fui para la escuela.
Me doy cuenta que me cuesta mucho mas a mí que a él la separación, cuando voy manejando sola siento un poco su vacío. O en la casa al ver sus juguetes me pregunto si estará bien, si los niños mayores serán buenos con él, si comerá...
Pero me imagino es parte del proceso.
Como son parte también los virus, el viernes pasado amaneció con mucho moquito y estornudaba mucho, afortunadamente de ahí no pasó, no le dió fiebre y después del sábado ya no volvió a presentar molestias.

Esperemos que todo siga muy bien como hasta ahora!


1 comentario:

Nata dijo...

¡Que lindo ver que se adapto tan bien a la escuela! Yo creo que es una señal de que se siente amado por ustedes y seguro de que no lo van a abandonar. Abrazos.