Varios días pasó que Erik me señalaba la cocina y me decía "titta" "titta" (mira en sueco) y yo "qué miro hijo?"
-tittaaaaa
-qué cosa? ésto? (señalando cualquier cosa) y lo entretenía con ello.
Y pasaba y otra vez
-titta, titta...
Hasta ayer que voy a servirme un vaso con agua y me ve Erik y llega corriendo a decirme "titta titta, titta!" estirando sus bracitos al vaso que sostenía.
Y yo inconscientemente le pregunto ; ah, quieres agüITA hijo? plop, ahí me cayó el veinte.
El no me pedía que mirara nada, me pedía agua, que yo le digo mucho en diminutivo. En mi defensa diré que antes él decía "uua" para decir agua,por eso es que no le capté. La de sed que habrá pasado, pobrecillo' tengo que escucharle mas atentamente.
5 comentarios:
Pobre chiquillo :=0
jajaja que pecado pasare por lo mismo? jajaja
te quedo muy bonito el blog
Lo curioso es que con las cosas que le dabas se le olvidaba que tenía sed.
Tu entrada me hace reflexionar sobre cómo harán los animales para comunicarse sin un lenguaje sofisticado como el nuestro, o cómo hará una persona que no puede oír; a lo mejor ellos usan mejor la intuición.
jajaja me hizo gracia la confusión
Eso de ser políglota tiene sus ventajas y sus desventajas
Besos
Publicar un comentario