Abuelita dime tú

Nunca pensé que mamá y yo la pasaríamos tan bien. Para empezar estoy bien orgullosa de ella por que se atrevió a cruzar el charco sola, sin antes haber viajado a ningún lado sin acompañantes, ni siquiera por autobús! Y luego, pa'colmo días antes de su vuelo le cortaron la línea telefónica por exceso de pago claro y perdió su celular :S (una limpia) y a mi se me olvidaron un montón de recomendaciones e indicaciones y estaba yo "con mucho pendiente" como decimos en México. Por ahí le mandé una carta de invitación por si se ponían difíciles en la aduana y crucé todo lo que podía ser cruzado en mi cuerpecito para que llegara con bien.
Gracias a Dios llegó bien y desde que la vi en la puerta fue hermoso. La carita de mi hijo al verla no se me va a olvidar nunca, los ojos abiertos como platos como preguntando quién carambas era ella pero a los pocos minutos ya estaba en sus brazos y era todo sonrisas coquetas.

Amé la forma en que mamá y nieto se llevaron y ahora que no está, echo de menos, aparte de las duchas de más de 2 minutos y medio que podía tomar, la forma en que ella lo quiere. Cómo lo cargaba y apretaba contra ella con tanto cariño, los besitos en la cabeza y que se dejara hacer todo por él.
Eso es algo que Erik no recibe mas que por parte de su papá y mía únicamente. Bien que basta y sobra, yo sé, pero fue lindo ver como me le profesaba tanto amor.

Hubo días en que mamá y yo nos desvelamos platicando, hubieron lágrimas y llegamos a tocar fibras sensibles, muy sensibles. Hablamos también de papá y no pudimos evitar pensar en el "hubiera" de una manera un tanto triste. Sin embargo creo que nos hizo bien. Me siento mas unida a ella que nunca antes en mi vida, y la amo y le agradezco a Dios con todas mis fuerzas que hayamos podido vivir éstos días.

Cuento y tacho días en el calendario para volver a vernos má!