Ya hace 3 meses que soy mamá, que tengo la enorme responsabilidad de cuidar la vida de un bebecito, así como el INMENSO privilegio de verlo crecer día a día.
Qué puedo decir? Todos esos clichés que se escuchan por ahí atribuidos a las madres son ciertos. Al menos en mi caso punto por punto.
Que es lo que más se ama en la vida, es cierto.
Que de solo verlo una se llena de fuerza para afrontar lo que venga, es cierto.
Que daría mi vida sin dudarlo un segundo por él, es cierto.
Que por el simple hecho de ser mi hijo me de absolutamente cero asco cambiar sus panales, es cierto!

Erik crece a una velocidad increíble y cada día aflora más su personalidad. Es un nene tranquilo pero al que le gusta/encanta formar parte de... No importa qué, el quiere estar presente; la sillita de bebé, la cuna, el moisés parece que tuvieran clavos en lugar de delicadas sábanas, es apenas colocar sus delicadas pompitas en cualquiera de ellos, para que exprese su enojo/descontento, él quiere estar en brazos o en las piernas de alguien.
Ya balbucea, uffff hay que ver las caras que hace, a veces juraría que quiere entablar una conversación al verle su carita frustrada cuando solo le salen "ooohh- ooohs" y "aaaahhh- aaahhs"
Se sigue levantando dos veces por la noche, por ahí de la 1 o 2 am y luego al rededor de las 4, eso sin contar que trae alarma incorporada, TODOS pero todos los días me despierta con sus pataditas minutos antes de las 7 am (me dejá pensando cómo le hará para ser tan exacto?) Hay ocasiones que sobre todo en la toma de las 4 am me siento rendida, exhausta, e incluso confieso que hasta lo he abrazado muy pegadito a mi diciendo "shhhhh-shhh-shhh" esperando que se vuelva a dormir jajaja qué mala soy! pero él claro que es más listo que yo y me sonríe y me hace ruiditos jajaja me derrite! me desarma! Es como si él supiera que eso es lo que necesito y ahí va la mamá con ojos de tecolote a cambiarlo y darle de comer sonriéndole de regreso.

No todo es de idilio claro, si hay algo que no me gusta de ser mamá es el total sentimiento de vulnerabilidad que una adquiere. Yo ya no puedo ser feliz si él no está feliz/tranquilo. Y no se diga si se enferma o le duele algo; ay ay ay es peor que si me doliera a mi, a una le dan ganas de trasplantarse a si misma la enfermedad o dolor. Alguien mencionó por ahí que cuando me convirtiera en mamá viviría con mi corazón irremediablemente y para siempre dentro de otro cuerpecito. No podrían describirlo mejor.

En fin que si yo ya era cursi desde antes de serlo, ahora lo soy el doble. Absolutamente; tener a mi'jo a mi lado es lo mejor, lo más grande, la bendición más hermosa que se me ha dado. No hay más.

Ohhh felices tres meses de llantos, panales, alegrías, sonrisas, desvelos, preocupaciones, satisfacciones, estrés, paz pero sobre todo como diría Walter Mercado : Mucho, mucho, mucho AMOR.