Otro comienzo

Hace dos semanas días tuve un suenno. Uno que cambió mi vida.

He estado pensando seriamente en hacer privado el blog, pero luego pienso que he conocido gente tan linda por este medio y que tal que al hacerlo privado me pierdo de conocer a alguien mas? No sé...
Aclaro que este es un post personal, si no gustan de leer intimidades ajenas, éste es el momento de pensarlo mejor antes de continuar.

Ese día había tenido una plática telefónica con mi mamá y con mi hermana. Estaba pensando que tenerlo no era buena idea. Hice una lista de pros y contras. La lista de contras salió victoriosa por mucho.

Pensé que llegó en un momento inesperado, en el que no tengo trabajo, donde apenas estoy adaptándome a una nueva vida y ahora mi vida tendría que volver a cambiar drásticamente una vez mas! que aún soy muy "joven" que hay tantas cosas que quiero hacer, lugares por conocer!
Todo eso y mas pasaba por mi cabeza todo el día, toda la noche, desde que me enteré que estaba embarazada. Puedo decir que ya había llegado a una resolución.
Y luego, esa noche, luego de hablar con mi mamá y mi hermana, sonne con mi hij@ por primera vez.

Sonné que ya tenía una panza grande, estaba en el doctor preparándome para hacer la primer ecografía, el doctor me untaba esa crema que siempre he visto que untan en las películas y de pronto ahí estaba en la pantalla!! lo podía ver claramente en blanco y negro, un cuerpecito de bebé flotando, una cabecita, una nariz que no no reconocí como mía... Empezó a llorar por que no le gustaba el olor de la crema que me untaron, lloraba y lloraba y yo sentía en ese momento que mi corazón se rompía en mil pedazos! no quería que llorara, me sentí tan impotente de no poder consolarlo! su llanto me lastimó de una manera que no creí posible. El doctor río y dijo que ahora que terminara de llorar le daría hipo. Yo lo veía embelesada, nada mas importaba, nada. El doctor dijo "Es un ninno" yo salté "Está seguro?" "Si mira, ahí puedes verlo" Y yo veía, o creía ver :) De pronto ya no estaba en el hospital, estaba en casa, tocando mi panza y diciendo que nunca dejaría que nada, que nadie le hiciera danno, que haría cualquier cosa para formarlo como un hombre de bien, era algo así como una promesa. Desperté a los pocos segundos. Sentía un nudo en la garganta que no me dejaba tragar saliva. Tenía miedo de llorar, pero por más que lo intenté no pude evitarlo.
Desperté a R para que me abrazara.

R lo quisó desde el mismo momento en que se enteró de nuestro milagro. Por que de verdad que es un milagro, por que SI nos cuidamos. Ahora formamos parte de la estadística, de ese 1 % del que los métodos de planificación hablan.
Y aquí estamos ahora, los 3, a 12 semanas dice el cálculo con tablita del doctor, aunque nosotros dos estamos convencidos que tenemos 10.

Y cómo me siento? Bien, me siento extranna, pero ya no para mal. Al principio me sentía tan confundida, a mi no me llegó el amor de inmediato al ver las dos rayitas en la prueba de embarazo. No, lo mío poco a poco y con semanas. Pude haber tomado otro camino, sin duda hubiera resultado todo menos complicado, pero no me arrepiento de no hacerlo. Ahora lo quiero tanto!

Amo a este bebito mitad mío y de mi esposo.
Lo ama toda la familia de R y toda la mía.
Y su papá está vuelto loco! Le habla, le piensa, me pregunta, se inquieta, es tan chistoso ver a R así!

Y bueno, la trama se complica un poquitín, voy a tardar un poco mas en llegar a mi meta profesional en este país, pero no me importa. Llevo días queriendo gritarlo a los cuatro vientos!

Te amo hijit@ mío!!