El (inolvidable) parto

Advertencia: Post eterno, el post más largo que he escrito.

Hoy tuvimos control con el pediatra.

Es raro que desde que nació, E solo ha visto al pediatra en dos ocasiones, y en ambas han sido doctores fríos, distantes, que revisan al pequeno; ojos, oídos, corazón, pulmones, caderita, piernas, estómago y nos preguntan si tenemos preguntas, nos responde rápidamente y se pone a llenar papeles. Eso es todo, se acaba la visita con el pediatra.

En ambas ocasiones me he quedado toda desconcertada.

Los demás controles que ha tenido cada semana para checar el peso, la estatura y cuánto mide el cráneo los hace una barnmorska (que no es la misma que me llevó el embarazo) y qué diferencia, la barnmorska es amorosa, habla con el bebé, muestra interés por él y por nosotros como padres.

Eeeen fin, ya estoy cansada de pelearme con el sistema médico sueco que es MALO! según mi gusto (A excepción del área de maternidad eh?? ellos son los únicos que se merecen todo mi respeto y carino hasta el momento)

Todo marcha bien gracias a Dios, va creciendo normalmente, si acaso es un poquitín más largo que el promedio y un pelín más cabezón también :)

Veo sus fotos de recién nacido y me conmueve tanto ver como ha crecido y cambiado! Su ropa 0 meses ya no le queda por supuesto, sus ojitos se deshincharon, está más gordito y la melena exuberante que lo cubría ya no es tan exuberante por que bueno, ésa yo se la corté :P

Ya tiene un mes y días pero yo siento que fué ayer que R y yo salimos del hospital con nuestro nuevo inqulino permanente acurrucado en el portabebés.

El tiempo va tan de prisa...

Y yo no he escrito para la posteridad todo lo que me gustaría, sé bien que la memoria es traicionera y quisiera plasmarlo todo; lo bueno, lo malo, pero no hay tiempo, será que no sé organizarme pero el día se me va como agua con E.

Éste post lo he tenido como borrador casi desde que salí del hospital y no termino nunca. Por falta de tiempo, por falta de inspiración y por que ya se me han ido olvidando los detalles del mismo (aunque no el dolor eh? no se si es cosa de tiempo o que no todas lo superamos y olvidamos de la misma manera pero yo tengo el recuerdo del dolor de las contracciones y de el momento de pujar muuuuy presente)

Afortunadamente a las madres primerizas con memoria de teflón cuando dejamos el hospital nos dan una especie de recopilación de como se fueron desarrollando las cosas desde el momento de ingreso a la maternidad, así que con ayuda de esos papeles trataré de llenar las lagunas mentales se me formaron.

Cuando me preguntan cómo me fué en el parto respondo que me fué bien por que g

racias a Dios nuestro hijo está bien, está sano con nosotros, pero el parto en sí, no lo recuerdo como algo lindo, fue muy cansado, muy preocupante y muy largo.

Mi heredero vio la luz de la manana entre los gritos desesperados de su madre que en espanol decía " ya por favor Dios míooooo" y en sueco gritaba "No puedo maaaaaassssss!", los gritos del doctor, la matrona, la enfermera y Robert contestándome casi al unísono "Claro que puedes, eres muy inteligente (qué tenía que ver la inteligencia?) Vamos! Una vez mas!!" y con la enfermera casi brincándome en la panza para empujar al bebé, qué cosa!

Las contracciones, que se sienten efectivamente como cólicos menstruales pero con mucha mucha más intensidad, un dolor en el vientre y en la parte baja de la espalda insoportable, comenzaron el martes 19 de abril como a eso de las once de la noche, con una frecuencia muy irregular, se hacían más intensas y más frecuentes y después de un rato se volvían a espaciar.Robert y yo acordamos irnos al hospital entrada la manana, teníamos la creencia de que para entonces tal vez ya habría "abierto" un poco más y no nos regresarían a casa, así que al medio día del día 20 partimos al hospital cuando yo tenía contracciones cada 5 minutos, no era suficiente para ir al hospital pero ya me había aguantado como las machas 13 horas de dolor.
En el hospital me revisaron y me dijeron que apenas había abierto 1 centímetro y medio (o sea, nada) me dieron unas pastillas milagrosas que me dijeron tomara para que pudiera dormir y guardara fuerzas y así me mandaron a casa.
Un vez aquí me metí a dar un bano de tina, comí, traté de ver televisión y sobre todo, contaba las contracciones y el tiempo que duraban entre sí para saber si ya estábamos más cerca.
Nada, seguía el dolor pero irregular. Gracias a las pastillas (que no estoy segura pero creo que contenían morfina) que me tomé pude dormir unas horas y si yo duermo, Robert duerme, pero a eso de las 3 am del día 21 me desperté. El dolor había vuelto aunque aún no lo sentía tan intenso, aún bajo el efecto del medicamento me puse a hornear una tarta, ya había comprado todos los ingredientes el día martes, quería hacer algo para distraerme de la molestia, además de que se me antojaba.

A eso de las 6 am ya volví a sentir el dolor en todo su esplendor, Robert despertó y juntos tomamos el desayuno.
A las 8 am aprox. nos fuimos al hospital para otro chequeo. Nada, no había abierto nada y ya no me quisieron dar de las pastillas, me mandaron a casa a tomar paracetamol y a esperar.

Pasaron más horas y yo sentía que ya no aguantaba, probé otro bano de tina, masaje, descanso, nada; Así que hablamos al hospital nuevamente y explicamos que no había roto bolsa y que las contracciones seguían irregulares pero que yo quería que me revisaran una vez más.
Partimos a eso de la 1 de la tarde por tercera vez hacia el hospital y yo pensé que me iban a decir que había abierto mínimo (de verdad pensé mínimo) de 5. La culpa es del internet por decir en todos lados que las primerizas tienen una fase latente de parto de hasta 20 horas, las que yo ya había pasado.

Sorpresa que después de todo ese tiempo tenía casi, casi 3 míseros centímetros.

Pero afortunadamente la barnmorska a cargo se apiadó de mi y me dió permiso para ya quedarnos, así que nos trasladamos a la que sería nuestra habitación.

Me acuerdo que me dió mucha emoción entrar y ver la cunita especial donde se ponen

los bebés.

Las instalaciones muy bien por cierto, espacioso el cuarto, cómodo, íntimo.

Lo primero que hice fué meterme a la banera, el agua caliente me relajó mucho, para entonces el dolor era mas fuerte. No pasó mucho tiempo para que quisiera irme a la cama a acostar y a probar el gas hilarante, el cual no tengo idea de si funciona o no. Robert miraba el monitor y me ponía la mascarilla de inmediato cuando veía que se venía una contracción pero tardaba un montón en quitármela, casi que me asfixiaba, y yo me sentía con dolor, toda mareada y con ganas de guacarear.

Pasaron algunas horas y yo no dilataba, apenas tenía 5 centímetros cuando pedí la epidural a las 17:45. Yo había leido que la epidural a veces retrasa el proceso y por eso quería esperarme, de hecho lo había platicado con la matrona y quedamos que la usaríamos cuando estuviera de 6 pero de verdad ya estaba muy cansada de sentir dolor.
El anestesiólogo que llegó se presentó y lo único que le entendí fué "te voy a ayudar" hablaba super rápido, traía puesto un cubreboca y apenas si me miró. Le pregunté a Robert que tanto había dicho y ni él le había entendido!

Yo le tengo pánico a las agujas, pero el dolor de las contracciones ya era tanto que ni me importó que me picaran la espalda, lo que tenía era miedo de moverme en el momento y que me picara por otro lado pero la barnmorska, la enfermera y Rob me sujetaron muy bien afortunadamente. Me dijeron que haría efecto en unos 20 minutos aunque yo sentí alivio a los 5 por mucho. De inmediato el dolor cedió, no sentía nada, quise besar al anestesiólogo.
Robert miraba el monitor y se sorprendía cuando llegaba a 100 el contador y yo seguía fresca como lechuga. Solo que seguía cansada.

A las 20 hrs. entró nuevamente la matrona para revisar, según el diario ya tenía una abertura de 7 centímetros pero el bebé seguía muy arriba. A esas alturas yo aún no rompía bolsa, así que la matrona decide intervenir y la rompe ella, la sensación es efectivamente como hacerse pipí encima pero en mucha cantidad. Raro. El color del líquido es claro lo cual es bueno.

A las 21 hrs. otro exámen, no hay ningún progreso, han pasado muchas horas y deciden intervenir administrándome Oxitocina para aumentar la intensidad y frecuencia de las contracciones, lo que ayudaría a dilatar más rápidamente.

Poco rato después regresa el dolor, las contracciones debido a la oxitocina eran fortísimas! y súper seguidas! yo no entendía nada, la epidural no servía, le pedí a R que avisara que me dolía mucho de nuevo pero me explicaron que era normal, al cabo de un tiempo yo ya no aguantaba más y a todo pulmón le pedí a R que llamara a alguien, ese dolor no podía ser "normal", llegó la matrona y me revisó la espalda (donde está el catéter de la epidural) y resulta que algo se había desprendido y yo no estaba recibiendo nada, o sea, estaba sintiendo las contracciones en su máximo esplendor sin epidural. Gracias. Lo arregló y volví a sentir alivio inmediato.

A las 21:45 me dejan de administrar la Oxitocina debido a que el ritmo cardiaco del bebé se ve muy afectado, hasta ese momento yo no sabía que además de las matronas y enfermeras, hay efectivamente médicos obstetras monitoreando a las mujeres que están por dar a luz, solo que ellos (al menos esa fue mi experiencia) no tienen contacto con la paciente, a menos que sea necesario, de lo contrario permanecen en un cuarto revisando pantallas y recibiendo los informes de las matronas y enfermeras.

El doctor revisa los datos y ordena que se me administre de nuevo la hormona, de nuevo el ritmo del bebé se ve afectado :(

Entra en escena el obstetra, un hombre que me dice que va a medir el "laktat" en la cabecita de mi bebé, yo no entiendo nada, miro a Robert y tampoco tiene idea de lo que habla, le pedimos que nos explique y nos dice que han pasado muchas horas de trabajo de parto sin progreso y que la oxitocina estaba afectando al parecer al bebé , era necesario medir el nivel de estrés del nene a través de éste exámen, nos dice que el valor normal es de 0 a 4, un número más alto y me harían cesárea inmediatamente. La enfermera me asusta más diciéndome que no me preocupe, que si se ordena la cesárea, en menos de cinco minutos ellos podrían sacar al bebé evitando danos. Me asusta por que hasta ese momento no me había pasado por la cabeza que mi nene después de tantas horas podría estar efectivamente presentando sufrimiento fetal, que podría haber complicaciones...

El doctor toma una muestra y el "laktat" sale de 1,70.

A las 22:30 reinicia la administración de oxitocina, yo sigo de 7 centímetros.

Rob y yo estamos agotados. Pero yo más.

A la 01:10 tengo anotación que indica que las contracciones se han vuelto muy seguidas pero cortas en intensidad, se me aumenta la dosis de oxitocina a 80 ml/hr. Recuerdo que el tiempo pasaba muy lento, me sentía preocupada por el bebé, pensaba en mi mamá, pensaba en mi papá.

Robert y yo tratábamos de descansar un poco lo cual fue imposible gracias a una enfermera muy parlanchina que apenas se enteró que yo era mexicana se empenó en quedarse toooodo el tiempo con nosotros practicando su espanol, ya que es asidua visitante de las islas canarias. Era una mujer muy linda, pero muy desubicada, no nos dejó solos UN minuto! Miento, una vez me preguntó si estaba bien si se salía por un rato a fumar un cigarro, me dieron ganas de encendérselo yo misma. Salió pero a los 5 minutos ya estaba otra vez con nosotros otra vez.

A la 01:30 según el reporte estaba teniendo 6 contracciones cada 10 minutos

La línea irregular de arriba es el ritmo cardiaco del bebé, se nota como está afectado, la gráfica de abajo son mis contracciones.

a las 2 am no hay cambios, seguimos igual, pasa otra hora, nada.

A las 3:56 el doctor ordena elevar la dosis a 90 ml por hora.

A las 4 y media entra el doctor nuevamente, quiere hacerle otro test al bebé, ésta vez sale de 2,8, el doctor se va inmediatamente de la habitación y yo quiero llorar con R, me empieza a dar mucho miedo, me vienen a la mente historias feas, no digo nada, la enfermera sigue con nosotros y sigue hablando, yo me hago la dormida mejor.

5 de la manana, me explica la matrona que no podemos seguir así, me aumentan la dosis a 120 ml/hr para ver si hay algún progreso y termino de dilatar, de lo contrario me harán cesárea, yo ya lo veía como un hecho.

Después de media hora me vuelven a tomar el "laktat" va avanzando y ya está a 3,20. El doctor me dice que regresa en media hora para tomar el test nuevamente.

Estoy cada vez más preocupada por el bebé y le digo a la matrona que no quiero que haya ningún riesgo, que vayamos por la cesárea pero YA, ella me dice que hay que esperar a la nueva medición de "laktat"

a las 6 am regresa el doctor, toma la prueba y da 3,0.

Y apartir de ahí todo es confuso, el doctor se quedó hablando con la matrona y la enfermera, como cuchicheando, yo no sé si ya estaba muy drogada, muy cansada o ambas pero no oía nada. Robert está a mi lado izquierdo, y de pronto tengo a la matrona revisándome y abriendome al máximo con sus manos, me lastima, regresa el dolor. Todo pasa muy muy rápido, el doctor sigue ahí, me dicen que es momento de pujar que me agarre de unos barrotes que están al lado de la cama y que puje con todas mis fuerzas cuando sienta la contracción. Yo quería parir de lado o sentada, estaba en mi plan de parto, pero con toda la acción del momento ni me acordé de protestar.

Pujé con todas mis fuerzas y sentí que me quemaba! Me dolió muchísimo, lo recuerdo perfecto.

Siguieron las contracciones y yo seguí pujando aunque cada vez sentía que me quemaba más y me dolía terriblemente. No sé que extrana fuerza o poder sobrenatural hicieron que siguiera y siguiera, no sé de donde saqué fuerzas, grité que no podía, grité que me ayudaran, estuve a punto de gritar que por favor me durmieran y que me sacaran al bebé como pudieran, pero no lo hice y seguí puje que puje.

En algún momento me dijeron que lo hiciera una vez más por que ya estaba casi fuera, la enfermera parlanchina me apretaba con toda su fuerza en mi estómago, casi me brincaba encima, mucho dolor y al segundo siguiente sentí algo escurridizo saliéndo de mi, de pronto (y ésto sí que lo recuerdo como en cámara lenta) vi que me acercaban un bebé con cabeza en forma de cono mirando con sorpresa con esos ojitos oscuros que idolatro hoy día.

Eran las 6:35am del día 22.

Me lo pusieron en el pecho y el pobre bebé estaba como en shock, igual o peor que yo, lo frotaron con una manta y le pusieron un gorro y se soltó a llorar tendido. Robert lloró también abrazándonos y yo no podía creer que todo hubiera terminado y que tenía a mi bebé en mis brazos.

Pasamo un buen rato así hasta que la matrona cortó el cordón umbilical, después me imagino que salió la placenta, no sé la verdad, eso es confuso ahora.

Como que en ese momento para mí solo existía el bebé.

Lo siguiente que recuerdo después de un rato es ver a la matrona "ahí abajo" cosiendo.

Robert dice que en algún momento en plena acción vió a la matrona con un algo sospechoso y quiso asomarse para ver que me hacían con eso pero la enfermera parlanchina no se lo permitió, le dijo "tú no debes ver eso, se hace por que es necesario, de otra forma el bebé no sale" Me hicieron la episiotomía!!! Y yo tan segura estaba de que aquí no la practicaban!

En fin, yo esperaba que después de haberme dejado al bebé ese rato, me lo quitarían para limpiarlo, aspirarle los moquitos y flemas, pesarlo, etc, todo eso que he visto que hacen con los bebés. Pero no, no lo separaron de mi hasta más tarde y solo para pesarlo y medirlo y me lo regresaron de inmediato.

Por fin nos quedamos solos Robert, nuestro hijo y yo. Me siento feliz, sin dolor, incrédula. R carga al bebé y yo me desvanezco en la cama, pobre, casi le da el patatuz. Aprieta el botón de alarma y lo que me cuenta que pasó a continuación me causa gracia, dice que me da golpecitos en las mejillas pero no respondo hasta escuchar al bebé que hace unos ruiditos, dice que eso "me hace volver" . Llega la enfermera y la matrona y me acuestan, todo parece estar normal, salvo que un exámen de sangre que me hacen revela que estoy bajísima en hierro, me quieren hacer una transfusión. Al atardecer de ese mismo día nos trasladamos al área llamada BB, para quedarnos ahí a modo de "observación" hasta que nos den el alta.

Salimos del hospital del domingo 24 de abril.

Y así fué: 54 horas después de comenzar las primeras contracciones, llegó mi bebé al mundo, con su mata de pelo, su cabeza de cono y sus ojitos soprendidos, a cambiarnos la vida otra vez.